En el estudio de perfil, más que calcular la rentabilidad del proyecto, se busca determinar
si existe alguna razón que justifique el abandono de una idea antes de que
se destinen recursos, a veces de magnitudes importantes, para calcular la rentabilidad
en niveles más acabados de estudio, como la prefactibilidad y la factibilidad.
Por otra
parte, en este nivel frecuentemente se seleccionan aquellas opciones de proyectos
que se muestran más atractivas para la solución de un problema o el aprovechamiento
de una oportunidad.
Otro estudio de viabilidad es el llamado de “prefactibilidad”; éste profundiza en la
investigación, y se basa principalmente en información de fuentes secundarias para
definir, con cierta aproximación, las variables principales referidas al mercado, a las
alternativas técnicas de producción y a la capacidad financiera de los inversionistas,
entre otras.
En términos generales, se estiman las inversiones probables, los costos de
operación y los ingresos que demandará y generará el proyecto.
Este estudio se caracteriza fundamentalmente por descartar soluciones con mayores
elementos de juicio. Para ello se profundizan los aspectos señalados preliminarmente
como críticos por el estudio de perfil, aunque sigue siendo una investigación
basada en información secundaria, no demostrativa.
Así, por ejemplo, el cálculo de
las inversiones en obra física puede efectuarse con costos promedios de construcción
del metro cuadrado, o la determinación de la demanda de pasajes aéreos en función
de la tasa de crecimiento de la población. Ambas, sin embargo, no representan la mejor
manera de medición de las variables que se desea cuantificar.
De todas maneras,
se da un proceso de selección de alternativas.La aproximación de las cifras hace recomendable la sensibilización de los resultados
obtenidos, o sea, medir cómo cambia la rentabilidad ante modificaciones en el
comportamiento de las variables.
Como resultado de este estudio, surge la recomendación de su aprobación, su continuación
a niveles más profundos de estudios, su abandono o su postergación hasta
que se cumplan determinadas condiciones mínimas que deberán explicarse.
El estudio más acabado, denominado de “factibilidad”, se elabora sobre la base de
antecedentes precisos obtenidos mayoritariamente a través de fuentes de información
primarias. Las variables cualitativas son mínimas, comparadas con las de los estudios
anteriores. El cálculo de las variables financieras y económicas debe ser lo suficientemente
demostrativo para justificar la valoración de los distintos ítems.
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